domingo, 31 de enero de 2016

FAYE DUNAWAY

                                                         Alejandra Miguel Pascual


Terry O´Neil es un fotógrafo profesional muy creativo. Su amistad con actores como Richard Harris le permitió acercarse a los grandes del cine y retratarlos con el estilo natural e informal que le ha caracterizado durante toda su trayectoria. Y una de las fotos de las que asegura sentirse muy orgulloso es la que le hizo a Faye Dunaway un día después de ganar Óscar, en 1977. La fotografía fue tomada en un hotel de Beverly Hill a las seis de la mañana. La peculiar actriz se levantó temprano y se fue a la piscina del hotel.
En el primer plano, vemos a  la actriz sentada de forma descuidada en una silla, con la mano sosteniéndole la cabeza. Su vestimenta es agradable y simple, un vestido color beige claro y luminoso que va acorde con el rubio cenizo de su pelo, junto con unas sandalias de tacón negras y plateadas. Su rostro nos muestra la confusión del triunfo y la soledad de una celebridad. En la escena, todos los periódicos con las noticias del Óscar aparecen esparcidos por el suelo y la estatua del Óscar accidentalmente sobre la mesa junto con el desayuno.
Por otro lado, en el fondo podemos observar una pequeña, pero frondosa arboleda. También, podemos contemplar unas grandes filas de hamacas blancas acompañadas por algunas sombrillas color camel, alrededor de la limpia y cristalina piscina, que se cobija por la intimidad de los árboles y los muros, dando sensación de seguridad y tranquilidad.