lunes, 23 de febrero de 2015

LA LLAVECITA DE ORO (continuación)

                                                                                        Javier Casas Lorenzo


     Una vez abierto encontró una llave, esta vez más grande y un mapa que conducía hacia una mina. Tras agotadoras horas de camino sobre la suave y profunda nieve blanquecina llegó a una mina abandonada por la que tuvo que entrar.
Tras muchísimo rato surcando las profundidades de aquella fría y tenebrosa mina se paró a descansar. Cuando estaba a punto de irse, giró la cabeza y ahí la tenía, una gigantesca puerta de oro, la cual le conducirá a otro lugar diferente donde todos sus deseos se harán realidad. Pero habrá que esperar para ver qué es lo que el niño pide porque tardará mucho, mucho tiempo en pedir lo que él quiera.