jueves, 12 de noviembre de 2015

PEDRO MALAS ARTES

                                                                  Miguel Rodríguez Romero



     Había una muchacha que tenía un novio tonto que hacía todo mal y por sus artes lo llamaban Pedro malas artes.
     Un día mandó a su novio a cortar un roble y a traer madera con los bueyes; colocó el carro debajo del árbol para no tener que cargarlo luego y cuando cortó el árbol aplastó el carro y los bueyes. Pensó que si venían un carro de gallegos le prestarían el suyo y se quedó esperándolos, pero se durmió y le robaron todo lo que tenía. Llegó a casa y encontró a su suegra hambrienta y puso a asar una bola de manteca en la lumbre y cuando fue a la bodega a buscar vino y regresó se le había desecho la manteca se dio cuenta de que no había tapado las cubas de vino, cuando regresó a la bodega la encontró inundada de vino, como no tenía fregona limpió el suelo con una gallina pero después de estrujarla tanto para escurrirla se dio cuenta de que la había matado, la suegra llamaba la gallina y él que tenía miedo de que se diera cuenta cacareaba como las gallinas. Cuando vino la mujer y se enteró de todo lo que le había hecho metió a su madre en casa y echó al marido de allí.