Ana San Francisco Reyes
Un pequeño pájaro de ojos negros, pico
rojizo y plumaje amarillo volaba libremente por un cielo azul, sorteando nubes
que parecían de algodón.
Entre sus vueltas por el cielo, se
encontró con otros pájaros, muy similares a él. Revolotearon juntos y nuestro
pajarito se posó sobre la hierba, separándose de ellos. Cada vez que el ave se
posaba, brotaban flores de distintos colores y tamaños, dejando así un colorido
y animado rastro. De repente, una pajarita de pico anaranjado y ojos azules se
posó junto a él y rozaron tímidamente sus alas. Se había enamorado. Se besaron
y juntos volaron, jugaron y se
acariciaron; dieron vueltas y vivieron momentos preciosos.
Era todo perfecto, y así lo imaginaba el
lindo pajarito desde su fría y pequeña jaula de metal.