domingo, 13 de octubre de 2013

PALABRAS DE ESPERANZA

                                                                                                  Esther Ruiz Llamas

Sé que estoy en mis ultimas horas, lo noto en el aire. En los últimos días mi cuerpo ha adquirido una tonalidad rojiza que confirma mi cercano fin. Si no fuera por una voz que me susurra palabras sin sentido pensaría que ya estoy muerta.
Y, aunque parezca mentira no estoy nerviosa, ni triste, pues simplemente ya lo sabía; lo he sabido desde el primer momento, y desde entonces lo he aceptado pues las cosas son como son y por algo será. Además ya he vivido suficiente, de hecho si viviera más sería una vida aburrida: ni las aves, ni las flores, ni siquiera el agua serían sorpresa para mí pues todo esto ya lo he visto y sería absurdo volver a hacerlo.
Hay hojas que creen en el hielo, yo no, para ellas el hielo es agua que por la temperatura se vuelve cruel y despiadada; pero yo no creo que el agua, tan buena como es, pueda convertirse en un ser tan horrible. Otras creen en la nieve y dicen que es preciosa, también aseguran que es mejor que el agua; yo las contradigo pues no creo que haya nada en el mundo mejor que el agua.
Una ráfaga de palabras bonitas tira de mí fuertemente, miro a mi alrededor: soy la última. Ha llegado mi hora, pensaré en el agua, ya que ella me dio, sin duda, lo más importante.