martes, 9 de junio de 2015

EL REGALO DE MI TATARABUELO


                                                                  Pedro  José Marín Vega


En lo más profundo de mi habitación tengo un mueble al cual tengo un especial cariño. Mi librería fue un regalo del abuelo de mi abuelo, es decir mi tatarabuelo, cuando yo tenía cinco meses. Se encuentra en mi habitación, la cual tiene un color amarillo claro, como un amanecer en la playa. En mi habitación también hay una mesa de madera de roble sobre la cual tengo una lámpara antigua y siete libros de Astronomía. Pegada a la pared tengo una cama sin hacer, con la sábana y la manta revueltas. Encima de ella se encuentra una hilera de armarios altos, todos  ordenados de mayor a menor tamaño, algunos cerrados y otros abiertos, en los que se pueden distinguir instrumentos musicales, un telescopio, un ábaco y unas maquetas de pueblos griegos y romanos.
La librería es de madera de cerezo del siglo XIX, con ese tono rojizo que la hace majestuosa. Es muy alta pero no muy ancha, por lo que a menudo necesito una escalera para poder coger un libro del estante más alto. En sus laterales se pueden distinguir tres estilos de decoración diferentes: en la parte inferior se puede apreciar una decoración europea con pinturas del estilo del renacimiento italiano, en la mitad una decoración ataurique, de la época musulmana y en la parte inferior, dibujos de  la naturaleza oriental. Aunque lo más misterioso son las inscripciones doradas que se encuentran separando las diferentes decoraciones.

En su interior hay libros relacionados con las matemáticas, la física, la química, la música, la lengua y la religión de todas partes del mundo. Pero los libros más interesantes son los de historia y arte, porque al leerlos, te imaginas el pensamiento y el entorno de aquella época lo ves reflejado en   la decoración exterior de la librería. Por eso me encanta este mueble y le doy gracias a mi tatarabuelo, por permitirme conocer todas las culturas de la historia. 
Por ello deseo que algún día, todas las personas conozcan la historia tan bonita, aunque con algunos sucesos desastrosos, de la vida del ser humano y de todas las criaturas que viven con él.