domingo, 5 de febrero de 2017

"La catedral" César Mallorquí



                                                     María García San Miguel

Todo comienza cuando el joven imaginero Telmo Yáñez parte hacia Kerloc´k (Bretaña) para trabajar en la catedral que se está erigiendo allí.
A pesar de su juventud Telmo pronto se enfrenta a extraños e inquietantes sucesos, como la desaparición del maestro francmasón Thibaud y sus once compañeros durante la construcción del edificio.
Pero ese no es el mayor de sus problemas. Descubren que Thibaud está muerto y que la Orden del Águila planea consagrar la catedral a Lucifer.
Para salvar a la humanidad del apocalipsis Telmo se enfrenta al mismísimo demonio, y para vencerlo destruye el edificio.
El comienzo del libro me pareció algo lento, pero en realidad es cuando se explica todo lo que está ocurriendo.
La historia comienza a tener un ritmo más ameno cuando Telmo sale de su hogar, Estella. A partir de ahí se empieza a llevar bien con sus compañeros templarios, Erik, Loki y Gunnar.
Pero el final del libro es sin duda lo verdaderamente deivertido, o más que divertido… interesante.
Pienso que en este libro hay que fijarse muy bien en la evolución de los personajes empezando por Telmo, el protagonista. Telmo salió de su casa como un niño cuyo único talento es la imaginería, pero a lo largo de la historia demuestra que es el más valiente.
Recuerdo que antes de partir su padre le dijo que podía volver a casa cuando quisiera y a pesar de las adversidades nunca lo hizo.
Y por supuesto está el antagonista, Corberán de Carcassonne, que aunque no se relate la historia de este personaje, se menciona. Corberán era un hombre temeroso de Dios, su Dios. Dispuesto a luchar por él. Pero cuando cree que este le ha abandonado pierde su fe. ¿Qué clase de dios es aquel que abandona a sus hijos? Por eso decidió consagrarse al demonio.
Obviando el hecho de que los libros de misterio no son lo mío (aunque este incluye sutilmente fantasía) el libro me ha encantado.
La intriga te hace seguir leyendo y leyendo desde el epílogo en el que se relata la muerte de un “desconocido” hasta el final, en el que te das cuenta de que ese “desconocido” del principio es en realidad Thibaud.