Paula Aldea Luelmo
En primer lugar, en esta historia no se
distinguen fácilmente el planteamiento, el nudo y el desenlace, más bien hay
varias partes. Primero, cómo se conocen Franz e Illia y cómo llegan a España.
La segunda parte es cuando se separan y a partir de ese momento se crean dos
historias diferentes en las que se describe como sobrevive cada uno a su
manera, pero entre ambas hay una relación. Finalmente, cada uno consigue su
objetivo, en el caso de Illia volver a ser músico y en el caso de de Franz
volver a ser un joven normal, ir al colegio, estudiar y desahogarse de todo el
sufrimiento que siempre ha estado conteniendo.
Además, de un vocabulario sencillo, esta
historia tiene una gran abundancia de adjetivos calificativos que ayudan en las
descripciones de personajes, lugares y situaciones.
Franz es el protagonista de esta historia. Un
superviviente de la guerra de su país cuyas circunstancias le hacen madurar. Un
joven peculiar, sincero e introvertido, con una gran capacidad de adaptación e
inteligencia que le permiten superar los difíciles momentos que se le
presentan.
Durante su viaje Franz es ayudado por Illia,
un hombre mayor de treinta años, que también tuvo que huir de su país, en este
caso, Sarajevo. Illia decide hacerse cargo de Franz, bien por pena, bien por
sentido de la responsabilidad pero en cualquier caso es fundamental en su vida.
Illia es un maravilloso violinista, que cuando toca su instrumento es un hombre
para el que solo existen él y su violín.
No solo Illia ayuda a Franz, también otros
personajes importantes se cruzan en su camino, como los hermanos Bukowsky, con
los que primero forjó una gran amistad y luego se convirtieron en sus enemigos.
El viejo abuelo Dimitri, el cual tiene un gran afecto por Franz. Milena, una
joven extranjera que también está en la casa de acogida y a la Franz le tiene
un gran aprecio. Y por último, Olivia. Esta ha sido muy importante para Franz y
es tal su apego por ella que es la persona en la que confía lo suficiente como
para compartir su sufrimiento.
Por último, he de decir que esta historia me
ha conmovido ya que, tristemente, este es uno de los devastadores efecto de la
guerra. Niños que lo pierden todo, huyen de su país y se las ingenian para sobrevivir.
Me ha gustado mucho como poco a poco se van desvelando datos sobre la vida de
Franz. Nunca habría pensado que las historias de astronauta que escribe Franz
en su cuaderno, son en realidad juegos de él y sus amigos en su país.